Una Visita Emotiva a la Casa de tus Sueños
Era un día soleado cuando llegué al final del pueblo, donde se alzaba esta maravillosa propiedad, rodeada de un silencio absoluto que prometía independencia y tranquilidad. Al entrar por el camino privado, sentí una agradable anticipación al aparcar. Allí, el vendedor me recibió con un cálido saludo, su sonrisa reflejaba la hospitalidad de un verdadero anfitrión.
Al cruzar el umbral de la casa, la primera impresión fue asombrosa: un vestíbulo amplio que invitaba a explorar. Me dirigí al salón, donde el espacio era generoso y acogedor. A medida que me movía entre las estancias, el diseño fluido me llevó a descubrir un segundo salón, separado por un elegante muro que albergaba una chimenea, creando un ambiente perfecto para momentos de calidez y conexión.
En un lado, encontré una serie de habitaciones amplias, cada una con su propio cuarto de baño. Era como si cada espacio estuviera destinado a ser un refugio personal. La cocina, espaciosa y luminosa, contaba con un área para lavadora y otra para utensilios, ideal para dar rienda suelta a la creatividad culinaria, perfecta para recibir a amigos y familiares.
Explorando más, llegué al garaje, repleto de recuerdos y trastos, un espacio que prometía múltiples posibilidades. Pero lo que verdaderamente llamó mi atención fue el anexo que había sido creado casi como un apartamento, donde una cocina de madera aún sin terminar esperaba la visión de su nuevo propietario.
Al salir, el jardín se reveló ante mí, un espacio que, aunque estaba algo abandonado, tenía un potencial increíble. Con un poco de amor y cuidado, podría convertirse en un paraíso lleno de caminos serpenteantes y elementos naturales que resonarían con el entorno. Y al bajar, descubrí la piscina, que también requería atención, pero que prometía momentos inolvidables de diversión y relax bajo el sol.
Lo mejor llegaba al atardecer, cuando las impresionantes puestas de sol al oeste pintaban el cielo de colores vibrantes, creando un espectáculo que invitaría a disfrutar de esos momentos especiales con buenos amigos y seres queridos.
A medida que exploraba cada rincón, me di cuenta de que esta no era solo una casa, sino la casa de los sueños de alguien que apreciara el arte de hacerla perfecta con un poco de esfuerzo. En ese instante, sentí una profunda conexión, una certeza de que este sería un hogar donde la felicidad podría florecer.
“¿Te sientes bien aquí?” me pregunté en voz baja, mientras absorbía la esencia del lugar. Y supe que en esa casa alguien podría encontrar no solo un refugio, sino un verdadero hogar.
Superficie parcela:
5.218m²Garaje:
Privado (2 plazas)Tipo de cocina:
IndependienteVistas:
Lejanas el mar, A la montañaAño de construcción:
1990 (35 año/s)Estado conservacion:
Necesita mejoras